Profesionales de la salud indican que en las zonas de transmisión comunitaria y más vulnerables de América Latina se debe reforzar el uso de mascarillas en hospitales e Instituciones de salud con el fin de disminuir la posibilidad de transmisión.
Por: Redacción Con Visión | convisionguatemala@gmail.com
A nivel mundial la pandemia ocasionada por COVID-19 ha generado inconvenientes económicos que a los países les está siendo difícil enfrentar, principalmente en ciudades vulnerables de América Latina. Por esta razón y con el objetivo de demostrar su compromiso con la búsqueda de soluciones relacionadas con las crisis mundiales de salud, Merck ha realizado a nivel global una donación de 2 millones de mascarillas KN95 para los profesionales de la salud, de las cuales 50,000 se han entregado para los estudiantes internos que realizan sus prácticas profesionales en los Hospitales Nacionales alrededor del país.
Durante 2020 la pandemia fue el tema principal a tratar en los centros hospitalarios del mundo y para evitar la propagación del virus varios centros de salud dejaron de atender otros padecimientos. Datos recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cinco regiones durante el período comprendido entre marzo y junio de 2020 evidencian que, de 105 países estudiados, el 90% sufrió interrupciones en sus servicios de salud; la mayoría de los países comunicaron que se habían suspendido muchos servicios rutinarios y optativos, mientras que en los países de ingresos bajos los servicios críticos como detección y tratamiento de cáncer, así como el tratamiento contra el VIH habían sufrido interrupciones de alto riesgo.
Dicho estudio también destacó que el 76% de los países comunicaron una reducción de la asistencia de pacientes a los servicios ambulatorios, debido a la menor demanda y otros factores como el confinamiento y las dificultades financieras. El factor más comúnmente comunicado desde el punto de vista de la oferta fue la cancelación de servicios opcionales (66%). Entre los demás factores indicados por los países figuran la redistribución de personal para prestar servicios de socorro en relación con COVID-19, la falta de disponibilidad de servicios debido a los cierres y las interrupciones en el suministro de equipo médico y productos sanitarios.
Merck reconoce los retos que enfrentan las comunidades de Centroamérica y el Caribe, no sólo en términos financieros, si no, también sobre la escasez de insumos que se tienen en los hospitales. En ese sentido, la doctora Verónica Hernández Orellana, Directora Médica de Merck en Centroamérica y Caribe, indicó: “como empresa especializada en salud atendemos las solicitudes que realiza el gremio hospitalario, contribuyendo siempre con nuestra experiencia y recursos para que tanto los colegas médicos como pacientes en general, puedan superar los retos de salud que se presentan”.
En línea con lo anterior, la empresa alemana recientemente realizó una donación de mascarillas KN95 a los representantes del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), las cuales serán de utilidad para los estudiantes internos que actualmente realizan sus prácticas profesionales en los Hospitales Nacionales.
El tipo de mascarillas donadas cumplen con los estándares del gremio médico, ya que, de acuerdo con datos de la OMS, las mascarillas médicas deben estar certificadas de conformidad con normas internacionales o nacionales para velar por que su desempeño sea el adecuado para los trabajadores de salud. Las mascarillas médicas, ideadas para usarse una sola vez, se caracterizan por tener una filtración de partículas del 95%, poseer respirabilidad; es decir, permitir el paso del aire y ser resistentes a líquidos corporales, propiedades que se atribuyen al tipo de material.
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