
Por: Redacción Con Visión | convisionguatemala@gmail.com
Cuando comenzó la pandemia de COVID-19, los pacientes con síndrome de COVID prolongado, también conocido como síndrome poscovid, informaron que tenían problemas con el pensamiento. A esto, se ha llegado a conocer como bruma mental y, aunque no sea el término médico oficial, la expresión es ahora una parte permanente de la discusión sobre el COVID prolongado. En esta advertencia de un experto, el doctor Greg Vanichkachorn, director del Programa para rehabilitación de la actividad después del COVID en Mayo Clinic, describe los problemas frecuentes de los pacientes.
La queja más frecuente que se escucha de los pacientes es el problema para encontrar las palabras al hablar. "Los pacientes suelen describirlo como una sensación de tener la palabra en la punta de la lengua, pero ser incapaces de decirla. Eso dificulta mucho la comunicación y es muy frustrante, sobre todo cuando uno está enfermo", explica Vanichkachorn, médico en la División de Salud Pública y Enfermedades Infecciosas en Mayo Clinic.
El siguiente problema más frecuente es el de la memoria a corto plazo, dice el médico. "Lo que siempre oímos a los pacientes contar es que entran a un cuarto para buscar algo, pero ya no recuerdan qué querían; o escuchan alguna información nueva, como instrucciones para llegar a un sitio, pero no pueden retener los detalles", añade el experto.
Los pacientes también tienen problemas para hacer varias cosas a la vez. Realizar hasta las cosas más simples al mismo tiempo es mucho más difícil con el síndrome de COVID prolongado. Un ejemplo frecuente es no poder hacer la compra mientras se mantiene una conversación con alguien, afirma el Vanichkachorn.
El patrón de dificultad con el pensamiento es sorprendentemente constante en el COVID prolongado, puesto que el 45% de los pacientes del Programa para rehabilitación de la actividad después de la COVID informan tener bruma mental. Lamentablemente, entre todos los síntomas de COVID prolongado, los problemas con el pensamiento suelen estar entre lo más estresantes porque ocasionan problemas tanto en el trabajo como en las relacione personales, señala el galeno.
"Afortunadamente, estamos empezando a desvelar el misterio que envuelve a la bruma mental. Por ejemplo, ahora hay estudios que muestran que después de la covid, puede haber cambios en las estructuras cerebrales que explican la disfunción observada. Además, estamos avanzando en la descripción objetiva de la bruma mental", añade el Dr. Vanichkachorn.
Por ejemplo, un estudio de Mayo Clinic está actualmente examinando una nueva prueba virtual para la bruma mental. La prueba dura 25 minutos y permite al equipo de Mayo identificar las áreas específicas de los problemas con el pensamiento en quienes sufren el síndrome poscovid.
"Esto es importante porque una vez que se sabe cuáles son los problemas, se puede ayudar a los pacientes a elaborar estrategias específicas para superarlos; además, con cada una de las pruebas, se contribuye al desarrollo de una base de datos que permita describir con más exactitud qué es la bruma mental en el síndrome poscovid", asegura Vanichkachorn.
Las personas que creen tener dificultad con el pensamiento después de la infección por COVID deben comer, hidratarse y dormir bien, recomienda el médico, pero cuando es no ayuda, hay que comunicarse con el proveedor de atención médica.
"Vemos que los pacientes que buscan asistencia pronto se recuperan más rápido y completamente. Juntos podemos ayudar a aclarar esa bruma mental del síndrome poscovid e iluminar más el camino hacia mejor salud", concluye.
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